Todo en la vida es una relación; te relacionas con tu familia, con tu entorno laboral, con la naturaleza, con el dinero, contigo mismo, y de ahí la importancia en saber cómo relacionarse con todo y con todos…
La felicidad es responsabilidad nuestra y la infelicidad también lo es.
Por lo tanto, somos responsables de todas las relaciones que tenemos en la vida iniciando por la relación con nosotros mismos.
Lo primero que es importante comprender es que somos Amor, al encarnar decidimos vivir desde ciertos arquetipos, uno de los más comunes es el de la víctima; cuando nos relacionamos con este rol desde la sombra, culpamos a los demás de lo que sentimos y hasta de nuestras enfermedades.
Un error muy común que he visto, es el ‘Yo juré que iba a estar contigo toda la vida’ construyendo una relación basada en el futuro, no en el presente.
Y sí es posible estar con alguien toda la vida, pero toda la vida se compone de micro décimas de segundos, entonces prometes olvidando el presente.
Tenemos Opciones.
Quizás en unos años podemos ya no querer estar juntos, porque no se ha construido en su momento.
Cuando esto sucede hay opciones: Construimos de cero o tomamos caminos distintos.
Reflexiona en algo: Somos partículas subatómicas en constante movimiento, intercambiando información todo el tiempo, pero pretendemos estar estáticos, detener en el tiempo a nuestra pareja, nuestros amigos, nuestros hijos, etc.
Por lo anterior resulta absurdo pensar en que siempre seremos los mismos, al igual que los demás.
Al pretender que los demás sean siempre los mismos, solo terminamos generando deudas en ellos hacia nosotros, olvidando que cada uno de nosotros ha nacido para experimentar la experiencia de vida como ser Divino.
Para tener relaciones sanas es necesario tener en mente qué tan amoroso estoy siendo con todos aquellos que me rodean, qué tanto les permito su movimiento natural o estoy siendo una persona egoísta y exigente.
Las personas que están a mi lado me están mostrando lo que verdaderamente me falta activar desde el centro de mi corazón, para comprender que vine a experimentar desde este cuerpo humano, recordando siempre que soy Amor.
Cómo sanar las relaciones.
Para sanar nuestras relaciones, debemos partir de nosotros, los cambios primero ocurren en nosotros, de este modo ya no nos molestan las actitudes de los demás, sino que lo vemos como algo que es importante activar en nosotros en este momento.
Cuando yo soy Amor, comprendo qué te está pasando y al hacerlo entro en una nueva sincronía.
En esta nueva sincronía ya no intento cambiarte, sino comprendo que de este momento puedo hacer el mejor momento de la vida al actuar desde el Amor.
Para sanar tus relaciones:
- Ama porque te hace feliz amar, no porque el otro te hace feliz a ti.
- No te poseo, si te convierto en mi propiedad me esclavizo… y dejo de ser Amor.
- Diálogo y comunicación: no esperes que te adivinen, comunica lo que sientes y necesitas.
Como te relacionas con los demás es como te relacionas contigo mismo. Te comparto la información de nuestro Taller de Relaciones, que te permite sanar todos tus vínculos.
Basado en quién eres y cómo quieres sentirte en cada una de ellas, para acceder a la información, puedes dar clic en el siguiente enlace