¿Es una costumbre celebrar el cumpleaños desde siempre? ¿Cómo hacían las sociedades que no tenían calendario ni conocían el papel? Parece ser que la humanidad se acostumbró a celebrar el día en que llegamos a este mundo. Sin embargo, tu cumpleaños, como ocasión especial, no se celebra igual en todo el mundo, ni tampoco se tiene presente en todas las culturas. Acompáñanos a descifrar las razones y simbolismos detrás de esta celebración que parece universal. Abre las puertas de tu curiosidad y comprende por qué la sociedad valora tanto el ritual de cumpleaños.
¿Desde cuándo se celebra el cumpleaños?
Una inmensa mayoría de historiadores concuerdan que el origen del cumpleaños fue aproximadamente en el 3.000 a. C.
El puesto les corresponde a los egipcios como los precursores de dicha tradición. Aunque originalmente, ellos no celebraban cada año de vida, sino lo que cumplía la persona desde el momento en que un faraón era coronado. Comprendía una conmemoración de simbología mística y ocultista que se daba año a año. Esta celebración coincidía con el aniversario del faraón.
Por eso, se otorgaba fiesta a todos los trabajadores y se realizaban grandes celebraciones que giraban en torno a la figura del faraón para desearle prosperidad.
Además, existía la convicción de que la muerte acudía en tal fecha para robarle el alma. La celebración era el deseo conjunto para promover una larga vida y ahuyentar de él los malos espíritus.
Del legado de Artemisa hasta los cumpleaños que hoy son ignorados
Con el pasar de los siglos, otros pueblos y culturas tomaron la costumbre de celebrar algún tipo de anualidad o aniversario. Muchos lo adoptaron por el carácter astrológico que tenía la ceremonia.
Babilonios y antiguos griegos ampliaron las celebraciones a sus dioses, homenajeándolos con una tradición muy particular. Servían una tarta a base de harina, cereales y miel, redonda como la Luna. Se horneaba circular porque la creencia popular sobre este satélite natural, era de gran influencia en sus vidas.
Fueron los griegos los añadieron unos cirios o velas alrededor de la torta. Pero no se soplaban, sino que se dejaban consumir por sí solas. Mientras más tardaban en apagarse, mayor prosperidad tenía el dios al que rezaban y por ende, sus devotos súbditos.
Artemisa (hija de Zeus y Leto, y hermana gemela de Apolo), fue una de las deidades a quien más se veneró de este modo. Esta diosa de la mitología griega, entre otras muchas funciones, era protectora de las mujeres y los niños.
Es probable que esta devoción se esparciera a gran parte de la población y las celebraciones por cumplir años llegaron hasta la Antigua Roma. Son los romanos quienes comenzaron a celebrar la fecha de nacimiento de sus emperadores. Luego, con el tiempo, el ritual de cumpleaños se amplió a cónsules y senadores (solo válido para los hombres).
Con la aparición del Cristianismo se consideró una tradición pagana y no se permitía celebrar el cumpleaños. Esta nueva religión, en sus orígenes, empezó a conmemorar las fechas como el fallecimiento de Jesucristo, los Apóstoles, Santos y Mártires. Esta es una de las razones por las que actualmente algunas religiones prohíben la celebración del cumpleaños, como en el caso de los Testigos de Jehová que consideran que celebrar el cumpleaños de una persona podría ser una forma de idolatría o exaltar a un individuo por encima de Dios.
La fecha en la que se popularizó la celebración natal
El proceso de cristianización del Imperio Romano fue gradual y abarcó varios siglos. Sin embargo, Constantino el Grande y el papa Julio I introdujeron una nueva festividad que fue la Navidad o nacimiento de Jesús. Para lograr esto, antes promovieron la celebración de los años desde el nacimiento.
Durante la Edad Media se difundieron las tradiciones cristianas y con ellas la celebración del cumpleaños. Aunque la práctica de colocar las velas dentro de la torta, se popularizó en el siglo XVIII en Alemania.
La tradición de celebrar los cumpleaños fue adaptándose y actualizándose con el pasar del tiempo. Así se incorporaron costumbres de otros pueblos como el tirar de las orejas, originario de Oriente, o cantar al homenajeado.
Sin embargo, para muchas personas, festejar el cumpleaños es superstición, solo si se trata de “pensar un deseo antes de soplar las velas” o de “apagar todas de un solo soplido”. Mientras algunas personas consideran esto como superstición, otras optan por reunirse con sus seres queridos, disfrutar de un buen pastel y recibir muchos regalos.
Lo importante es quedarse con que cada cultura tiene sus propias costumbres y rituales que reflejan sus valores, creencias y prioridades. Ninguna es mejor o peor.
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