Día a día hablo con personas que están buscando recuperar su salud, y así como se acercan a mi, hay miles de personas que a diario en todo el mundo van en búsqueda de sanar, más allá de querer comprender por qué nos enfermamos.
Me atrevo a afirmar que la enfermedad no existe, lo que existen son síntomas que crea el cuerpo en su infinita sabiduría para guiarnos a tomar el mejor camino, ya que cuando logramos comprender lo que el síntoma quiere decirnos, éste desaparece.
Lamentablemente nos han programado para ver de una manera natural la enfermedad, a habituarnos a ella y peor aún a luchar con ella, cuando lo mejor es comprender la raíz de ese ‘desequilibrio’ que estamos experimentando y que el cuerpo está manifestando para modificar aquello que es necesario y regresar al balance, la armonía y esto se refleja también en nuestro cuerpo.
El pensar que nuestras emociones y pensamientos están separados de nuestro cuerpo se convierte en una causa para generar los síntomas que nos vienen a mostrar que esto no es así.
Ya que justamente nuestro cuerpo nos muestra el sistema de pensamiento que manejamos, que da pie a las emociones que hemos permitido que se alberguen en nosotros.
Esto es así y se ha comprobado la relación que existe entre las emociones y en qué órganos del cuerpo se manifiestan, en qué órgano causan síntoma.

Es importante comprender y cambiar de una vez y para siempre el paradigma de que es destino del cuerpo envejecer, enfermar y morir, porque, aunque la muerte es parte de la experiencia humana, esto no quiere decir que debe ser por medio de la enfermedad, el dolor y el sufrimiento.
Podemos llegar a la hora de nuestra muerte serenos, en paz, en equilibrio, rodeados de amor y desde ahí experimentar nuestra trascendencia.
Para recuperar y mantener la salud existen puntos clave, aquí te dejo 3:
1. Tener presente que somos más que un cuerpo físico.
Somos un espíritu teniendo una experiencia humana, sin embargo a lo largo de las generaciones nos hemos dejado alimentar por la creencia de que somos este cuerpo que poseemos, el cual en algún momento perecerá; sin embargo, el cuerpo es la terminal en la cual se manifiesta nuestro espíritu.
Comprender que somos más que el cuerpo nos permite ampliar nuestra conciencia hacia experiencias más allá de lo físico, a abrirnos a la posibilidad de crear nuestra salud desde otro nivel, es más, llegar a un nivel de comprensión tal; que nos sea posible prevenir los síntomas al conseguir mantenernos en equilibrio, cuidando de todas las partes que nos conforman, no solo el cuerpo.
2. Cuidar nuestros pensamientos y emociones.
Somos seres creadores, nuestra verdadera naturaleza viene directamente del máximo creador, por lo tanto, ese poder radica en cada uno de nosotros, porque somos imagen y semejanza y es parte de nuestro ADN, solo que lo hemos mantenido dormido, limitando así esa gran capacidad de vivir a plenitud. Seamos conscientes de ello o no, estamos creando todo el tiempo, lo importante aquí es a partir de dónde estamos creando.
Desde nuestros pensamientos más pesimistas donde no existe horizonte ni posibilidad de un mundo hermoso y una vida plena o desde emociones de nostalgia, desesperación porque no tengo el control de aquellos que me rodean, y así podría poner muchos ejemplos.
Lo importante es estar conscientes de que nuestros pensamientos y emociones son las instrucciones que damos hacia el universo de la manera en la que estamos decidiendo vivir.
Ya es tiempo de tomar la responsabilidad de nuestra vida, te invito a comprobar cómo el estar atento y trabajar en tus emociones y pensamientos cambia tu experiencia de vida, y se ve reflejado en el cuerpo porque retornas a tu estado original de armonía.

3. Estar ‘presente’ en todo momento.
Aparentemente estamos atentos a lo que estamos haciendo en nuestro día a día, sin embargo, no estamos presentes, porque para estar presente se requiere de todos nuestros sentidos.
Estar presentes desde el Amor, sin juicios ni críticas, esto nos lleva al silencio latente del ritmo natural del Universo. Cuando nuestro ritmo está acorde con el Universo, todo fluye en resonancia con la perfección y ahí, en la perfección no cabe la desarmonía y por lo tanto tampoco la enfermedad.
Podemos vivir en estado de Gozo, en un estado de aceptación de todo lo que somos, más allá del cuerpo, en aceptar lo que el síntoma que se manifiesta a través del cuerpo quiere decirnos para volver a la armonía natural en nosotros.
No somos un instrumento de la orquesta, somos la sinfonía resonante del Universo y es importante actuar desde esta responsabilidad, para no discordar con el resto. Es cuando nos desarmonizamos, que desentonamos con el poderoso flujo que nos permite estar saludables y en Paz. Cuando uno se desentona, contagia al resto y la enfermedad se vuelve viral.
Ya te he compartido las causas del por qué nos enfermamos, o bien por qué manifestamos síntomas, ahora lo más importante es llevar a la práctica estos puntos que con tanto Amor comparto contigo porque si estás bien tú, estamos bien todos.
Si quieres que te lleve de la mano paso a paso para que actives tu poder de autosanación te invito a dar clic en el siguiente enlace.