La meditación es una práctica que trae múltiples beneficios. Para todo lo que necesites existe una meditación específica; sin embargo, es muy común creer que meditar es complicado, que se requiere de un maestro o incluso, hay algunos que piensan que es necesario ser parte de una religión.
Aunque de cierta manera, es verdad que se requiere de práctica y de seguir ciertas instrucciones al comenzar, meditar de una manera productiva con buenos resultados es más sencillo de lo que crees.
La práctica hace al maestro
Comienza a practicar y conviértelo en un hábito, de esta manera vas a lograr los cambios en tu vida que solo la meditación puede ofrecerte.
Una excelente opción para practicar y ejercer esta maravillosa herramienta es hacerlo en casa, de entrada, porque es nuestro refugio, es el lugar donde nos sentimos más confiados y cómodos.

Son muchos los beneficios que ofrece el meditar en casa, aquí te compartimos 6 puntos para que te convenzas y empieces hoy mismo:
1. Lo puedes hacer en el momento que quieras
Vivimos en una constante exigencia de horarios que tenemos que cumplir, entre las ocupaciones diarias de la vida laboral, familiar y social, es común dejar para después las actividades que te provoquen paz y estabilidad mental.
Por lo tanto, considerar y practicar la meditación en nuestro hogar nos abre la puerta a experimentar un equilibrio que se manifiesta en todas las áreas de nuestra vida, en el momento que lo deseemos.
2. Vuelves a tu estado de Presencia.
Una de las mayores trampas mentales a las que nos enfrentamos es el tiempo, ya que normalmente estamos inmersos en pensamientos que tienen que ver con el pasado o con el futuro, manifestando en nosotros estados de melancolía (pasado) o ansiedad (futuro).
Cuando meditamos nos conectamos y nos hacemos conscientes del presente y del aquí y del ahora, es decir, nuestros sentidos y atención emocional, mental y espiritual se pueden unir para traer como resultado disfrutar cada instante, cada respiración, cada momento.
De este modo conseguimos ver la vida más amable, con gratitud y plenitud.
3. Mejoras tu concentración y atención.
La dispersión en la que vive inmersa nuestra mente, nos muestra normalmente caos, con todas aquellas imágenes revueltas de todo lo que nos aqueja y que carece de orden.
Cuando meditamos y nos hacemos conscientes del momento presente, sea lo que sea que esté sucediendo, sin juzgarlo de bueno o malo, , nos da la oportunidad de tener claridad acerca de cómo vivir y crear con la inspiración y creatividad que solo la calma puede ofrecer.
Cuando hacemos de la meditación un hábito, ésta nos permite ir teniendo cada vez más control de la mente, mantener nuestro foco y atención en lo que se requiera encada momento, para dar soluciones de manera contundente, creativa y productiva.
4. Reduces los niveles de estrés.
El estrés es un estado de tensión física y emocional, que nos mantiene en alerta, esto nos ayuda a controlar situaciones peligrosas, pero cuando el estrés continúa por semanas o meses se vuelve crónico.
Al volverse crónico pone en riesgo nuestra salud y bienestar, por eso es importante realizar alguna práctica que minimice o elimine los efectos del estrés o la ansiedad de todo aquello pendiente de resolver.
Meditar en casa nos devuelve al momento presente y nos conecta a ese estado de inspiración donde encontramos respuestas y fabricamos las soluciones.
Así el estrés deja de ser el protagonista de nuestro día a día, dando paso a la paz.
5. Vas perfeccionando tu técnica.
Con cada meditación vas perfeccionando el reconocimiento real de la mente, regulando y conociendo los beneficios de la respiración, entrando a un nivel más profundo de relajación, que te lleva a que cada vez se dé de una manera más natural.
Es posible llegar a perfeccionarla tanto que puedes conseguir vivir en un estado meditativo a cualquier hora y donde quiera que te encuentres.
6. Lo puedes convertir fácilmente en un hábito.
Meditar en casa te da la oportunidad de hacerlo de una manera relajada, sin prisa, a tu ritmo, en tu espacio sagrado y confiable.
Al no sentirte obligado a un horario o un traslado, ya tienes menos presiones o ‘incomodidades’ que afrontar para iniciar a meditar.
Haciendo de ello una práctica más placentera y sencilla que en poco tiempo sea un hábito que rinde frutos extraordinarios.
Independientemente de los motivos que te lleven a querer iniciar o bien fortalecer tu práctica de meditación, considerar hacerlo en casa, es una excelente idea que potencializa y acelera los beneficios que ésta ofrece.
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