El sufrimiento, el sacrificio y el dolor han sido parte de nuestra vida por muchos siglos, incluso, en algunos casos se percibe como algo ‘natural’ de experimentar.
Para muchas personas es difícil disfrutar y sentir placer en la vida, parecen sentirse atraídas por el dolor; conciben la vida, las relaciones, el trabajo y todo su entorno como un camino tortuoso y lleno de sufrimiento.
Al grado de creer que sin sacrificio ni sufrimiento, la felicidad no llega. Por lo tanto, podemos decir que son ‘adictas al sufrimiento’.
Esto existe desde el principio de los tiempos, donde libros sagrados como la Biblia nos cuentan la metáfora donde Adán y Eva son expulsados del paraíso como castigo, por la desobediencia, y les fue dicho: “Te ganarás el pan con el sudor de tu frente”
Estableciendo desde ahí el intercambio del sufrimiento para conseguir algo; la educación de hoy en día está basada en premio y castigo, si no haces… no tienes.
Uno de los ejemplos brutales y muy común es el de las mamás que siguen en una relación tóxica para ‘sacrificarse’ por los hijos, para que no crezcan en un hogar de padres separados o sin un padre.
Haciendo de esos niños, seres acostumbrados a sacrificar maltrato por un hogar o bien creyendo que las relaciones de pareja son caóticas.

Y así como los ejemplos anteriores, hay infinidad de ‘sacrificios’ que hacemos para obtener lo que por derecho nos pertenece, que es una vida plena y feliz.
Es momento de entender de una vez por todas, que no tenemos que hacer intercambios energéticos de sacrificio para que las cosas se den.
Esta vida es para disfrutar, para evolucionar desde el Amor y el gozo, podemos decir que la ‘finalidad’ del sacrificio puede ser que te des cuenta de que no es grato experimentarlo ni necesario para obtener lo ‘bueno’ o hermoso de la vida.
Nos hemos vuelto adictos al sufrimiento de una manera inconsciente, nos hemos identificado tanto con él, que es necesario experimentarlo para que ‘sepa bien’ lo que hemos conseguido a través de él.
La manera en la que podemos liberarnos del sacrificio, es retornando a la información original que está en nuestro ADN, me refiero a esa información divina, creadora, perfecta y poderosa que al despertar y manifestarse, borra de nosotros la limitación del sacrificio.
Otra manera es hacernos conscientes de que el sacrificio en realidad ha sido una imposición de la sociedad.
Es lamentable que la gran parte de la humanidad y al decir la gran parte me refiero a más del 90%, está habituada a vivir desde el sufrimiento, que en pleno siglo XXI nos sigan rigiendo creencias que datan del inicio de la humanidad en este planeta.

Es momento de evolucionar, es necesario comenzar a hacer el cambio en el mundo, dejar de sobrevivir para VIVIR de verdad, crear desde el Amor, la alegría y el gozo.
La plenitud es nuestro Derecho Divino, lo que hace falta es decidirse a tomar las acciones necesarias para manifestarla, atreverse a eliminar esa información obsoleta para activar la información perfecta y Divina.
Lo más maravilloso es que el cambio en tu vida aporta un gran cambio en la humanidad, puedes cambiar al mundo y liberarlo del sufrimiento cuando tú lo haces.
Si quieres saber cómo hacerlo, da click en el siguiente enlace