6. ¿Cómo se enfrenta el miedo?
Reconociendo las sensaciones que experimentamos con los sentidos y buscando su similitud en momentos de placer. Esto nos va a empoderar y le va a enseñar a nuestro cerebro que no hay que cuidarse de estas sensaciones; y lo más importante, nos enseña cómo se nos acelera o desacelera el corazón y su ritmo, permitiendo sentir la bradicardia (ritmo cardíaco lento) que estamos experimentando, que es la que nos confunde y nos hace adictos a la adrenalina o a la enfermedad en el estado beta. Y sin darnos cuenta, nos quedamos co-dependientes de esta adicción y la buscamos siempre para sentir el ritmo acelerado y no morir. Cuando fluimos con esto, descubrimos la fuerza y el poder interior que nos ayuda a ser nosotros mismos.
7. ¿Un dolor físico está ligado al miedo?
Sí, toda afección o problema nos habla directamente de nuestros sentimientos y de la incapacidad para expresarlos. A veces nos forzamos más allá de los límites emocionales y nos olvidamos de nuestras propias necesidades para satisfacer a los demás y así sentirnos amados. Si observamos algunas frases que hacen referencia al corazón, vemos que están vinculadas a las emociones o a situaciones emotivas: “Me salta el corazón de alegría”, “Se me paró el corazón del susto, “Se me sale el corazón del pecho”, “Tengo el corazón en la garganta”, “Me oprime el corazón”, etc. O al referirnos a una persona que consideramos sin sentimientos, afirmamos que “no tiene corazón”.
Podríamos decir que el corazón es el centro de nuestro ser. De hecho, está ubicado en el centro de nuestro cuerpo, ligeramente inclinado hacia la izquierda y regido por el hemisferio derecho del cerebro, que es el que gobierna o dirige nuestros sentimientos. Incluso cuando nos señalamos a nosotros mismos, ubicamos nuestros dedos sobre el corazón.
El corazón está ligado directamente al Amor, y al igual que los pulmones, trabaja rítmicamente, en un latir bitonal, en un dar y recibir, en un intercambio que mantiene el equilibrio perfecto. El dolor físico es una muestra de los agudos del cuerpo -o de la hidráulica del corazón, que está usando un dolor como palanca para lograr hacer uno de sus dos movimientos, ya sea diástole o sístole dentro de ese funcionar bitonal-, para poder establecer un ritmo cardiaco que para la persona sea cómodo y de mucho agrado. Por lo tanto, un dolor es la manifestación pura del miedo a expresar lo que estoy sintiendo y esto hace que el corazón combine la nota FA con la que resuene y organice una disonancia que genere tensión para lograr su cometido de aceleración.
8. ¿Que es una adicción?
La adicción es una enfermedad como la diabetes, el cáncer y otras tantas. Es la manifestación de la co-dependencia a algo para poder recuperar un estado que una vez se obtuvo, por medio de la droga, el dolor, la depresión, el miedo, la ansiedad, la soledad, etc.
La adicción podría definirse como la situación de una persona en un estado de adrenalina que ya logró vivir. Por ejemplo, un adicto al juego -o ludópata- es adicto a perder para poder lograr la energía de adrenalina que acelera su corazón; y en ese estado él se siente supremo, para después poder conseguir la culpa, que es en realidad el estado al cual es adicto. Cuando lo tratamos como ludópata, podemos conseguir resultados muy lentos o no conseguir nada. En cambio, si le enseñamos que la energía y el palpitar de su campo cardiaco cuando está sintiendo la culpa es un estado que a él le gusta mucho y le enseñamos a disfrutarlo como un orgasmo, él aprende a estar en esa energía y disfruta sentirlo, aceptando y reconociendo que ese es su campo ideal. En ese momento elimina el cuerpo de palabra de “soy un adicto” y entra en un estado alfa, dejando de atender una serie de acontecimientos para centrarse en una sola fuente y permanecer totalmente consciente.
9. ¿Todas las personas sufren de adicciones?
Sí, todos somos adictos a algún tipo de adrenalina. Pero desconocemos ese estado por no tener consciencia de que la energía del placer y la del dolor son exactamente iguales y que la única diferencia es el cuerpo de palabra contenido en las creencias limitantes. Es allí, en la profundidad de la célula, donde se anida la creencia y el valor que se le da a esa orden tajante que un día, en un estado alterado de conciencia, se emitió de manera rotunda para que el cerebro -que es el ministerio de defensa del ser humano- organice la estrategia que evite que se vuelva a vivir una situación semejante. Y la forma en la que el cerebro establece esta defensa es reorientando el ritmo cardiaco, originando un nuevo tono de voz -ya sea más agudo o más grave- y estableciendo una adicción para alejarnos del peligro que él ha codificado en la célula y que ha sido ordenado por la persona.
10. ¿Se pueden eliminar las adicciones?
Sí, y si al hacerlo enseñamos al cerebro a estar en estado alfa. Es posible organizar una nueva adicción apoyada en el poder creativo y contemplativo, activando el sensor del Amor de manera permanente y eliminando el estado de defensa, soltando la tensión, la adrenalina, el cortisol, la norepinefrina y la dopamina, además del estado de bienestar subjetivo en el que vivimos de manera adictiva.
Si nuestro cerebro se mantiene en estado alfa, va a estar relajado, pero despierto. Entrar en estado alfa es increíblemente fácil. Sólo es necesario dedicarnos a estar en Presencia, activando los Pilares del Amor y de la Compasión para obtener Sabiduría y mantenernos optimistas y sonrientes, experimentando placer constante y una gran sensación de servir. Esta adicción pasa a ser muy sana, pues ayuda a transformar el sistema de creencias y la cadena de valores en una serie sistémica en donde se comprende que Todos Somos Uno y actuamos como tal.
ROGER MURILLO HERNÁNDEZ