Hoy hablo de los niños índigo, de los principales atributos según su personalidad, y de la forma en que padres, educadores y personas a cargo de su cuidado podemos permitirles ser felices, en balance a lo largo de su vida y viviendo en sintonía con la frecuencia índigo, de alta vibración en el amor y la creatividad, basada en IRB.
- ¿Cómo permitirles expresar al máximo la esencia de los niños índigo en todas sus categorías?
Cambiando la metodología actual si vemos que no funciona con ellos. No existe nada pre-establecido. Es importante aprender con ellos. Ellos vienen a enseñarnos, no al contrario. Estar ahí, ser sus cómplices. Y definitivamente el Amor, es la única herramienta que les permite expresarse. A la fuerza nunca funcionan, ni con órdenes o castigos.
Por eso es importante respetar sus criterios, acompañarlos, escucharlos, darles opciones sin imponer nuestros criterios, permitiéndoles elegir y auto-descubrirse. Cuando tengan una idea, experimentarla con ellos, antes de decirles que es imposible o no se puede. No recurrir al médico inmediatamente cuando descubrimos un comportamiento “fuera de lo normal”, pues son niños que vienen a traer nueva información, NO a seguir lo que ya existe.
- ¿Cómo manejarlos?
A ninguno de estos niños hay que manejarlos. Hay que comprenderlos y colaborarles, pues vienen a enseñarnos a fluir, a soltar el control.
- ¿En qué radica el principal temor de los padres en la educación y crianza de sus hijos?
En que se les salgan de control. En que estén criando “monstruos”, en que no puedan ser incluidos dentro de la sociedad y terminen siendo desadaptados. Y lo principal, vuelcan sobre ellos sus propios miedos de no ser “lo suficiente” o las frustraciones de lo que no lograron llegar a ser.
- ¿Y esos miedos se anclan en los hijos?
El niño, sobre todo en su más temprana edad, absorbe toda la información del entorno. No nos damos cuenta de la importancia de que todo lo que está alrededor del bebé vibre en la frecuencia del amor. Pensamos que el bebé no siente o no se da cuenta de nuestras reacciones.
Por ejemplo, un papá cansado que se despierte a media noche por el llanto del bebé y le diga a su pareja que atienda al niño, que por favor lo calme porque él tiene que madrugar, genera de inmediato un programa de rechazo en el bebé que no se ancla en su cerebro sino en su memoria celular, en su ADN.
Se ha demostrado que el dolor crónico y otros padecimientos son causados por las emociones cobijadas por el miedo, como son la ira y otras reprimidas en la mente inconsciente. Es decir, no sabemos conscientemente que estos sentimientos los llevamos dentro, y menos aún, que los hemos estado almacenando durante cientos y miles de años. La ira tiene sus raíces en nuestras memorias celulares. Todo lo que un padre o madre diga, sienta y haga, afecta a sus hijos. La ansiedad de cualquiera de ellos puede incidir directamente en la enfermedad y el dolor de sus hijos. En otras palabras, el estrés en los padres crea memorias celulares que terminan manifestándose como dolor, enfermedad y conductas limitantes en los niños.
- ¿Cómo transformar ese miedo en Amor?
Reconociendo que el miedo es una ilusión, es una manipulación que nos mantiene aislados de nuestro verdadero potencial. Cuando nos sintonizamos en la frecuencia índigo, recordamos quiénes somos, para qué estamos aquí, retornamos a nuestra perfección de origen y comenzamos a vivir nuestra existencia desde el Amor, no como sustantivo, sino como Naturaleza Divina que todo lo sustenta. IRB tiene procesos muy poderosos que te acercan a esta frecuencia.
- ¿Los adultos podemos sintonizarnos con esa frecuencia de balance de los niños índigo?
Claro que sí. Es posible abrir el espectro de edades y comprender que los adultos podemos sintonizarnos con esta frecuencia, así estemos por fuera del rango de edad detectada con la que esta raza comenzó a poblar la Tierra. A través de IRB podemos, como adultos, ascender a la frecuencia índigo, de balance y Amor perfectos
- ¿Cómo contribuir con el entorno familiar, social, del colegio y cultural para dejar a estos niños ser lo que realmente vienen a ser a este mundo?
Respetándoles su individualidad su autenticidad, sin medicarlos, permitiéndoles crear, expresar y vivir libremente. Orientarlos desde el amor y no desde el control. Estos niños nos muestran la evolución humana; son más inteligentes que muchos adultos a su edad; vienen a romper los sistemas obsoletos y los paradigmas
Invito a los padres, educadores y personas al cuidado de estos niños, a no encasillarlos en las viejas creencias para que realmente puedan cumplir con su propósito de vida y su misión de transformación.