Estamos en una época en la que es común escuchar hablar del Espíritu, de las partes que conforman al ser humano más allá del cuerpo y que para mantener la salud es indispensable tratar todas sus partes integralmente.
Una de las partes muy importantes en las que poner atención es la mente, ya que engloba procesos muy importantes como la percepción, el pensamiento, la memoria, la creatividad, etc.
A diferencia del cuerpo que requiere de actividad para mantenerse en forma, la mente que siempre está activa requiere de serenidad para mantenerse saludable.
La meditación es la herramienta por excelencia que permite que la mente se mantenga tranquila, y cuando la mente está tranquila todo a nuestro alrededor cambia, la percepción de la misma experiencia de vida se torna diferente, más amable y placentera.
La meditación no es dejar de pensar, repetir algún mantra, enfocarse en algo específico, es percibir el presente en su totalidad, con plena conciencia, estar en ‘presencia’, reencontrar el presente como el regalo de Dios que es.

Aunque pueda parecer muy complicado es posible vivir en estado meditativo, lo cual no quiere decir meditar día y noche, sino hacer del estado en el que nos encontramos al meditar un hábito y estilo de vida.
Te comparto 3 tips que te van a ayudar a conseguirlo:
1. Dejar pasar los pensamientos sin dejarse atrapar por ninguno.
La mente a menudo trae a nosotros pensamientos relacionados con el pasado o el futuro, haciendo que experimentemos emociones basadas en algo que no está ocurriendo en ese momento.
Estas emociones a la larga van generando que entremos en círculos viciosos de pensamiento-emoción-acción basados en hechos que no forman parte de nuestro presente, pero sí crean una realidad o mejor dicho, una ilusión de vida poco favorable.
Por eso, al no engancharse con ningún pensamiento, las emociones que experimentamos están ligadas a lo que estamos viviendo en el presente, y por lo tanto se encaminan más a la sorpresa, a la alegría, y al gozo de lo que nos rodea en ese momento.
2. Darle la importancia que requiere.
Meditar es algo que no nos han enseñado e inculcado desde pequeños, por lo tanto, no se le ha dado la importancia que realmente tiene, se toma más como una moda que como un recurso infalible y seguro para mantener un equilibrio en nuestra vida.
De inicio se requiere adoptar y conocer las técnicas que nos sean útiles, de acuerdo con nuestras necesidades, es decir hay quienes pueden iniciar únicamente enfocándose en la respiración, luz, o en algún mantra, también está la meditación guiada, o la meditación activa muy practicada en IRB
Estar conscientes de todos los beneficios que otorga, nos permite hacer de ello un recurso que vamos a valorar, dedicándole tiempo y atención.

3. Poner atención a lo que estamos viviendo en el momento presente.
Es muy importante dejar de enfocar nuestra atención en los pensamientos que la mente nos impone, y entrar en un estado contemplativo de todo lo que nos rodea, como la temperatura, los aromas, sonidos, sabores, etc., más allá de con quienes estamos, de la conversación, y nuestras propias opiniones o juicios. De cómo reacciona nuestro cuerpo a cada estímulo o conversación o circunstancia.
Poniendo en práctica estos consejos de una manera permanente, se genera progresivamente que vayamos adoptando una forma de vida en estado meditativo, un estado de presencia y conciencia.
El vivir en presencia significa estar en equilibrio, en contemplación, en gozo, haciendo de nosotros, seres más avanzados y con la capacidad de crear una realidad diferente a la que se vive actualmente en el planeta.
Te conviertes en ese cambio activo que tanto se necesita para manifestar un mundo donde reine la Paz y el Amor que en realidad Somos.
En IRB estamos profundamente comprometidos con el Amor hacia la humanidad y la Tierra, por eso tenemos un programa hermoso que te lleva a ser el Pionero del Cambio que tanto se necesita y hemos pedido como humanidad desde hace muchos años.
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