LA SALUD NO SE ALCANZA… SUCEDE

ERES DE LOS QUE HA CREÍDO QUE:
1. La enfermedad es algo feo, malo, insensato, un peligro.
2. La única solución consiste en eliminarla, ya sea de modo suave o violento.

Si alguno de estos dos postulados ha pasado en algún momento por tu mente, continúa leyendo. Amo poder transformar las creencias que limitan tu verdadero Ser y para eso hemos creado este taller, donde todo lo que hasta hoy has creído acerca de la enfermedad, se viene al piso y puedes comenzar a vivir desde la creatividad infinita retornando a tu Perfección.

Estás dispuesto a creerme si te digo que:

• La enfermedad es la respuesta apropiada del cerebro a una resistencia que tú mismo creaste a la Fuente Inagotable de bienestar, y debido a eso tú mismo creaste un trauma externo para argumentar que la resistencia era apropiada en ese momento.
• Que la enfermedad forma parte de un programa de supervivencia de la especie humana.
• Que no necesitas resolver el trauma, para que el cerebro invierta el orden y tú estés listo a pasar a la fase de reconocimiento de tu perfección.

El Ser humano se compone de una tríada indisociable que es mente-cerebro-cuerpo, tres unidades que funcionan siempre conjuntamente. Pero estas tres son el resultado de tus creencias y la mejor noticia es que en tu ADN reside el patrón original e incorruptible de la perfección de tu Ser, al cual siempre desde la conciencia puedes retornar. En este taller, vemos la importancia de la célula, pero a la vez, cómo las emociones son quienes dañan o recomponen esas células desde los acontecimientos diarios de la vida de modo muy personal, para que comprendas el significado de la enfermedad y sus leyes de funcionamiento. Porque la enfermedad es un desequilibrio simultáneo a nivel psíquico, cerebral y orgánico debido a un trauma emocional. Sin conflicto no hay enfermedad: darse cuenta de ello es el primer paso hacia la curación.

En el origen de TODAS las enfermedades hay, en la vida del paciente, un acontecimiento particular vivido como un trauma: separación afectiva, ofensa, despido, la muerte de un familiar, un diagnóstico médico fatal… Un evento vivido de modo dramático, inesperado y conflictivo, en soledad y sin posibilidad de una solución satisfactoria. Pero la idea no es encontrar ese origen, sino ir al origen donde reside tu perfección. Las causas de tu enfermedad pueden ser muchas, y nos interesa que te conviertas en la causa de tu salud.

¿Será que esta historia se te hace familiar?
Cada mañana, cuando te levantas, tu sistema nervioso –el simpático-, entra en acción a fin de que todas tus energías sean movilizadas para hacer frente a los “problemas” de la jornada del mejor modo posible; tienes demasiadas responsabilidades sobre tus espaldas. Con el paso de las horas, tu organismo y tu mente, están siempre en estado de estrés; la sangre afluye rápidamente al cerebro, pues has de estar atento a tomar la decisión adecuada en el momento justo; tu corazón entra en hiperactividad, necesita sangre para mandar al cerebro; los pulmones incrementan el trabajo para también oxigenar el cerebro y entonces ellos también tienen necesidad de sangre. Tu actividad crece a lo largo del día y vas de carrera en carrera, por lo que también tus músculos deben ser irrigados de forma conveniente. Pero tu sangre no puede estar al mismo tiempo en todo el cuerpo: desde el momento que no tienes tiempo de comer, tampoco necesitas sangre en el estómago y, al no realizar ninguna actividad manual, no existe tampoco necesidad de sangre en las manos; durante toda la jornada tienes las manos frías, señal de su estrés.

Por fin llega la noche. Sales de la oficina, subes al auto y te diriges a casa; pero tampoco entonces puedes relajarte, porque el tráfico es caótico a esa hora y basta el menor despiste para sufrir un accidente. Solo cuando llegas a casa puedes decir que la jornada ha terminado para ti, y entonces te tumbas en el sofá. Un cansancio infinito te invade y el sistema parasimpático o vago entra en acción para reparar los daños de una dura jornada de trabajo. El cansancio es el mecanismo biológico del cerebro para garantizarte que estarás nuevamente en forma al día siguiente y podrás volver a iniciar otra jornada laboral. Sin esta fase de reparación, en pocos días caerías exhausto en tu oficina.

La “curación”, no se trata ya de reconocer síntomas y tratar de eliminarlos con medicamentos, sino más bien de comprender las emociones profundas propias de cada quien, y que son las causas del desajuste que se manifiesta en el cuerpo, despertando la conciencia de la posibilidad de invertir el sentido. Este taller, es un viaje al interior de nosotros mismos, al ADN mismo, es hacer un balance de nuestra propia vida y volver a empezar sobre bases nuevas. Es posible que hayas asistido a muchos talleres que te muestran cómo la causa de tu enfermedad es una emoción, y estés intentando revertirla. Y aunque sí es muy importante hacer conciencia de las emociones que sustentan tus pensamientos, porque son a la final las que originan la vibración en la que creas todo en tu mundo, este taller no pretende ir a esa causa, sino a que inviertas el orden de lo establecido hasta el momento, para que a partir del presente, hagas conciencia de cómo simplemente estar saludable sin importar la historia.

El objetivo primordial de este taller, es sensibilizarte ante una nueva visión de la medicina -que hasta hoy has conocido como una medicina para la enfermedad-, e invitarte a que encuentres dentro de ti mismo las razones de tus “problemas” que no son más que un regalo para que puedas crear a partir de este mismo instante, sin tener que ir a buscar culpables en tu pasado, el estado ideal de tu cuerpo y responsabilizarte por él, desde lo que quiero que llames a partir de este taller, medicina para la salud y la vida.